Vicepresidentes del PRD desafian autoridad de Miguel Vargas
Los Vicepresidentes del Partido Revolucionario Dominicano, (PRD), Aníbal García Duvergé, Andrés Henríquez y varios dirigentes del Comité Ejecutivo y la Comisión Política, se opusieron hoy a la expulsión de la organización del doctor Guido Gómez Mazara, desafiando así la autoridad del presidente del mismo, ingeniero Miguel Vargas Maldonado.
“La disciplina de un partido se logra respetando los estatutos y los mecanismos institucionales, que no pueden ser de ninguna manera que todas las decisiones estén en manos de una sola persona en función de poderes especiales otorgados para los fines de hecho, que son vinculantes con es convención . Con estas ideas vamos a recorrer el país, vamos a acompañar a Guido Gómez Mazara y a cualquier dirigente que sea víctima de la intolerancia de quienes se crean dueños de una organización que no es solo de los perredistas, e de la sociedad, de la democracia y del pueblo dominicano”, apuntó Duvergé ,.
Esta es la más ostensible muestra de rebelión que enfrenta el actual canciller de la República a su autoridad férrea en el destino de la organización luego de que la misma sufriera la mas fuerte división que organizó el nacimiento del Partido Revolucionario Moderno.
El dirigente criticó que bajo la actual dirección no se efectúan reuniones ni de la Comisión Política ni del Comité Ejecutivo nacional, espacios que consideró como idóneos para tratar los asuntos partidarios a fin de fortalecer al PRD:
“Hoy en día cuando el PRD se ve reducido en el apoyo de la población electoral a un 5% mas triste aún por debajo del Partido Reformista Socialcristiano (PRSC) y muy cerca del Bloque Institucional (BIS), debía primar entre los líderes del partido una actitud de reflexión, de reencuentro que permita corregir los grandes males que afecta la organización creando las condiciones para que el PRD se levante bajo la inspiración de nuestro líder inmortal José Francisco Peña Gómez”
Expresó que de ninguna manera es entendible que en las actuales circunstancia un minúsculo grupo pretenda cercenar el derecho que tiene cada militante o dirigente del partido de elegir y ser elegido, de expresar libremente sus ideas sin que por ello se desate una persecución tipo la inquisición de la Edad Media.