Algunas verdades sobre las leyes electorales
Por: Tirso Mejía Ricart
Conforme se empiezan a discutir las leyes electorales en el Congreso salen a relucir ciertas realidades para el entendimiento de estudiosos y observadores avezados, que apuntamos:
- Las leyes electorales no han sido aprobadas a causa del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que ha estado en el poder presidencial y congresual desde hace 12 años; aunque sí se aprobó la Ley del Tribunal Superior Electoral, para destruir a los demás partidos.
- Se nos ha querido vender la aprobación de la Ley de Partidos como la prioritaria, cuando la Ley Electoral es con mucho la más importante, para garantizar comicios libres y limpios en el país.
- El voto obligatorio no es inconstitucional, porque figura como un deber establecido, como pagar impuestos. Pero lo importante es que se contabilice el voto en blanco, que permite el rechazo a las candidaturas impuestas por las cúpulas partidarias.
- Las elecciones primarias simultáneas sirven para garantizar la democracia interna en los partidos mayoritarios y evitar que se trate de influir en los adversarios.
- Las primarias podrían realizarse con el padrón de la Junta Central Electoral, con parte de este o con el que establezca cada partido, sin alterar su validez. No debe haber mandatos personales para postulaciones por los caudillos.
- En las elecciones primarias el voto preferencial debe ser validado en esa instancia y no en elecciones generales, las que fijarían el lugar de cada candidato en las boletas, que serían cerradas y bloqueadas. Esto impediría el “canibalismo” que se produce actualmente, porque los candidatos compiten más con sus compañeros que con sus adversarios.
- Si se subdividen las boletas congresual y municipal, se permitiría que se vote por senadores y diputados; y alcaldes y regidores directamente.
- Si no hay una fiscalía independiente aprobada por consenso, que persiga los fraudes, abusos de poder compra de cédulas o voto y robo de urnas, así como un Tribunal Electoral Superior libre de sospechas, las elecciones serían fácil presa del despotismo y el descrédito.
- Los partidos deben ser escuelas de democracia y no de “tiguerismo político”. En años no electorales deben haber recursos especializados para la formación política y administrativa.
- Los recursos que ofrece el Estado a los partidos deben ser directamente proporcionales a los votos alcanzados por estos en las últimas elecciones de cada nivel.
- Los partidos deben recibir supervisión escrupulosa de sus ingresos, como de sus gastos.
- Debe haber por lo menos un 40% de los candidatos por cada sexo por circunscripción provincial y municipal, y un 20% para jóvenes, a partir de los precandidatos que obtengan más votos en las primarias, sin más requisitos.
- Deben priorizarse primarias por circunscripciones en los municipios que tienen más de cinco regidores.
- En caso de vacantes por renuncia o muerte de funcionarios electos, estos deben sustituirse por los que les siguen en la lista de candidatos, si están en su partido.
- Para evitar el transfuguismo los funcionarios electos que quieran apoyar para dirigir sus organismos colegiados a un candidato diferente al de su partido, se considerarían renunciantes. Fuente:Hoy.com.do