Los huevos de Pascua: un símbolo milenario del que se apropió el cristianismo y le quitó su significado pagano

Los huevos de Pascua: un símbolo milenario del que se apropió el cristianismo y le quitó su significado pagan

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INFOBAE
31 marzo, 2024

Si pensamos en la Pascua es probable que, más allá del significado religioso que tiene esta festividad para los cristianos, el primer pensamiento que nos viene a la cabeza sean los huevos de chocolate que se regalan en esta ocasión. El huevo de Pascua es un manjar recubierto de papel colorido y brillante y, a menudo, acompañado de regalos y sorpresas guardados en el interior o aplicados en el exterior, para hacer sonreír a grandes y pequeños.

El simbolismo del huevo es uno de los más antiguos que se conocen y unió a innumerables culturas y religiones desde el principio de los tiempos. Como suele ocurrir, el cristianismo sólo tomó este símbolo, lo despojó de todas las variaciones paganas y lo volvió a proponer en clave cristiana.

Para los cristianos, el huevo se convierte en un símbolo de Cristo resucitado de la muerte y saliendo de la tumba haciendo rodar la piedra, que en su forma se asemeja precisamente a un huevo. Además, el huevo, aparentemente inerte e inanimado, guarda una nueva vida en su interior. Este doble simbolismo, de la piedra del sepulcro de Jesús y de la vida escondida lista para abrirse, hace del huevo el símbolo de la Resurrección, la vida y la salvación representada por Cristo, esperanza para todo hombre. Por tanto, no es casualidad que el huevo haya sido adoptado por muchos artistas como protagonista de sus obras.

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