La prudencia económica y financiera
Por Félix Santana García
A raíz del surgimiento de la crisis financiera e hipotecaria de los Estados Unidos del año 2007 conocida también como la crisis de la hipoteca Suprime, la Reserva Federal (Fed) o Banco Central de dicho país tomó la decisión de adquirir activos financieros: bonos del Tesoro y bonos hipotecarios y disminuir los tipos de interés a los fines de estimula la alicaída economía la que estaba en franco deterioro.
Transcurridos diez años del origen de dicha crisis, la economía norteamericana se ha ido estabilizando, por lo que de forma pausada, prudente y sopesada, la Fed ha aumentado los tipos de interés hasta llevarlos a 1.25% a los fines de contrarrestar los asomos inflacionarios.
Los tipos se quedan de momento en una banda entre el 1% y el 1,25%. La encuesta interna de los miembros de la Fed deja abierta la puerta a un nuevo incremento en 2017, que sería el tercero este año, y tres más en 2018 y para mediados de 2019 hasta un 2,7%.
La Fed tiene en este momento en cartera deuda acumulada por valor de 4,5 billones de dólares. Antes del derrumbe de Lehman Brothers su balance no llegaba al billón. Al principio se librarán 6.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 4.000 millones en bonos hipotecarios cada mes, durante un trimestre.
Como se puede advertir las decisiones y acciones han sido tomadas de forma prudente, cuidadosa y bien estudiada con el propósito de que la situación no se les vaya de las manos.
De manera que la prudencia y más aun en asuntos financieros y económicos es primordial que cuando se trata de estos aspectos se impone la mesura, la cordura para que haya siempre lo que la experiencia así enseña: confianza o credibilidad en las operaciones y decisiones oportunas y adecuadas a tomarse en cuenta.
La nueva política monetaria arranca el próximo mes de octubre del presente año para ir desprendiéndose de los activos financieros que acumuló tras salir al auxilio del sistema financiero. La presidente de la Fed, Janet Yellen, explica que se irá dejando de adquirir gradualmente nuevos bonos, sin llamar mucho la atención de los mercados.
La señora Yellen expresa que el proceso será de una manera ordenada. Le ayudará también que hay otros grandes bancos centrales mundiales que seguirán comprando deuda en masa en el medio plazo, para seguir manteniendo los tipos de interés bajos y sostener en paralelo la inflación.
El plan acordado por la Fed establece que pasado un año podría llegar a vender hasta 30.000 millones mensuales de bonos del Tesoro y 20.000 millones en deuda hipotecaria. No se trata de una venta propiamente dicha, sino que se dejará que venzan sin renegociarlos o recomprarlos.
Janet Yellen expresa que los riesgos financieros están equilibrados y que el aumento de precio que ha surgido es producto del paso del huracán Harvey por Houston lo cual afecta el refinado del petróleo pero que dicha situación volverá a la normalidad ya que la misma es temporal.
En ese sentido, es menester destacar que las autoridades monetarias y financieras de la República Dominicana han procedido de forma equilibrada y preventiva ante los cambios que cotidianamente se dan en lo interno y externo del país.
De ahí que el Banco Central de la República Dominicana rebajó a 4.75% la meta de crecimiento económico para el presente año 2017, cuando la estimación inicial apuntaba a un crecimiento de 5.5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Y para revitalizar la economía el Banco Central de la República Dominicana decidió liberar en julio parte del encaje legal bancario, RD$20,423.2 millones de los que, hasta agosto, ya se habían destinado unos RD$5,000 millones a créditos.
No siendo suficiente tal medida el Gobierno Central anunció la liberación de unos RD$20,000 millones a favor de proyectos públicos de construcción de viviendas e infraestructura a los fines de que la economía termine el año con una subida del PIB superior al 5%.
Pese a las acciones económicas y financieras anteriores se esperan medidas adicionales para acelerar la economía que permitan una reactivación de la demanda interna, la cual ha sido reconocida que ha descendido debido a una menor inversión privada provocada por los cambios en las expectativas de los agentes económicos.
Debido al vaivén de la economía y las finanzas se debe ser frugal en el gasto superfluo y más activo en las inversiones reproductivas estimuladas con acciones que abaraten más el crédito pero sin desestimular el ahorro interno mediante el equilibrio de los costos y la rentabilidad.
No se olvide que la prudencia y las acciones programadas aplicando disciplina en el gasto y mejorando los estímulos que requieren la economía conducirán a una reactivación de esta siempre que no se piense solo en los intereses particulares o sectoriales sino en aquellos que favorezcan a los más vulnerables mediante mejoría en sus ingresos que reaviven la demanda y por ende la producción y el empleo. Todo es posible cuando existe voluntad política y se actúa cónsono con el entorno económico y financiero interno y externo que mejore la existencia de los más pobres.