Estas son las empresas más contaminantes del mundo

Se estima que el 63% de las emisiones de CO2 y de metano mundiales están vinculadas directamente con la actividad de 90 empresas. Chevron (EEUU), ExxonMobil (EEUU), Saudi Aramco (Arabia Saudita), BP (Reino Unido) y Gazprom (Federación de Rusia) son los cinco mayores emisores.

inundaciones
las emisiones globales.
¿Quién tiene la responsabilidad cuando las aguas inundan una ciudad a consecuencia de los efectos del cambio climático?

A pesar de que el cambio climático afecta a todo el planeta, los impactos siguen siendo desproporcionados entre las diferentes regiones. Y los países pobres, ya lo sabemos, son los que sufren las mayores amenazas. Pero, ¿a quién atribuir la responsabilidad de los hogares que quedan o quedarán inundados? ¿A quién solicitar una indemnización cuando parece ser que el mundo entero participa en el desastre con su huella de carbono?

Históricamente ha sido posible identificar a los autores de algunos problemas ambientales tradicionales como la contaminación de los ríos o la generación de residuos tóxicos. Sin embargo, durante décadas, la responsabilidad de los gases de efecto invernadero ha sido difusa: al emitirse en todos los procesos que implican combustión, se consideraba un asunto que atañía a todos los ciudadanos. “Ha habido un persistente mito de que todo el mundo es responsable y, si todo el mundo lo es, al final no acaba siéndolo nadie”, manifiesta Carroll Muffett, presidente del Centro de Derecho Ambiental Internacional de Washington. Pero hace tres años esa noción cambió.

Richard Heede es un ambiéntologo meticuloso al que se le debe el informe que recopiló datos cuantitativos e históricos de las aportaciones de gases de efecto invernadero. Sus conclusiones desenmascararon a los culpables: estimó que un 63% de las emisiones de CO2 y de metano mundiales estaban vinculadas directamente con la actividad de 90 empresas e industrias gubernamentales desde la revolución industrial.

Con nombres y apellidos, Heede señaló a quienes llegan a superar un umbral de 8 millones de toneladas de carbono al año individualmente (en conjunto, un total de 914 millones de toneladas de CO2). La lista la formaban productores de petróleo crudo y gas natural, extractores de carbón y productores de cemento. Chevron (EEUU), ExxonMobil (EEUU), Saudi Aramco (Arabia Saudita), BP (Reino Unido) y Gazprom (Federación de Rusia) son los cinco mayores emisores.

“Todos los que toman las decisiones y los directores generales de esas compañías caben en dos autobuses”, expresó Heede a The Guardian para enfatizar que casi dos tercios de las emisiones de carbono recaían en unos pocos.

La investigación de Heede desembocó en otra investigación más particular. La Fiscalía de Nueva York siguió una sospecha: la de que la petrolera ExxonMobil podría haber sido consciente de los riesgos que suponía la quema de combustibles fósiles y, en lugar de advertir a las consecuencias, podría haber optado por una campaña de desinformación que mentía a inversores y ciudadanos en general. Todavía no hay una sentencia firme.

Periódicos como el The New York Times se han hecho eco de la noticia, pero la revista Science ha querido difundir la labor de Heede en un perfil resumiendo algunos de sus trabajos. ¿La razón? El pasado mes de julio le llegó una citación. El congresista Lamar Smith convocaba a varias organizaciones de defensa del clima y a abogados de Estado al sostener que éstos podrían haber estado conspirando juntos.

Mientras unos defienden la citación, otros ven un movimiento más impulsado desde los lobbies para socavar las investigaciones que señalan la responsabilidad de los impactos medioambientales.

¿Quién es Richard Heede?

Es normal que se conozca a organizaciones como Greenpeace o a 350.org, pero el nombre de Richard Heede puede que no diga nada a la mayoría. Lo cierto es que este licenciado en Geografía se ha pasado media vida recogiendo datos para desmontar mentiras y para que las emisiones de CO2 no quedaran impunes.

Cuando Ronald Reagan acababa de ser elegido presidente y su administración quería dejar de dar subsidios a proyectos de fuentes de energía renovables bajo el pretexto de que “no eran económicamente competitivas”, Heede elaboró un análisis para encontrar subsidios ocultos a industrias de carbón y del petróleo. A aquel coste para las arcas del Estado se sumaban, además, el coste que suponía el tratamiento de las enfermedades desarrolladas por los trabajadores de la minería. Al final, poniendo números contra números, el argumento de Reagan quedó en entredicho.

En 2003, Heede fundó Climate Mitigation Servicies, una empresa de consultoría especializada en mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero. Uno de sus primeros clientes fue la ciudad de Aspen (Colorado). La ciudad, que vive en parte del turismo de esquí, había solicitado un inventario para reducir las emisiones. Se tomaron datos detallados de la huella que dejaba la actividad humana en la ciudad, pero también de los coches y aviones que traían miles de visitantes cada año. El estudio sirvió a la ciudad para reducir las emisiones y a Heede para comprender que las repercusiones de las emisiones dependían de causas que quedan más allá de las fronteras normalmente trazadas. Por Kaos (quisqueyaseralibre.com)

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