Disciplina financiera
Por Felix Santana Garcia
. Durante la pasada semana se expresó en tal sentido el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD).
La situación no es para menos ya que economistas, financistas, articulistas, periodistas, Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Interamericano de Desarrollo e inclusive el mismo incumbente del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo de la Republica Dominicana en días pasados admitió que el país tiene problema de deuda.
El solo hecho de saber que el endeudamiento neto subió 46.8% en el primer trimestre, que el gobierno dirige más dinero proveniente de deuda para financiar el gasto público, que el 37.5% de la deuda contratada se destinó a pagar los intereses y amortizaciones de compromisos anteriores.
Y que solo al mes de abril del presente año la deuda del Sector Público no Financiero (SPNF) alcanzó un 37.7% del Producto Interno Bruto (PIB), y que el 23% de los ingresos del gobierno se destinan al pago de los intereses de deuda y el 61% de lo pagado por servicio de la deuda del SPNF correspondió a intereses y amortizaciones por endeudamiento interno.
Realmente son cifras espeluznantes, dignas de ser tomadas en cuenta pese a que las autoridades de turno se sonríen al hablar de dicho tema afirmando que dicha deuda es aún manejable y que no hay porque temer ya que ese nivel de endeudamiento es aun sostenible.
El tema es recurrente todas las semanas incluyendo los últimos temas tratados en la presente columna de quien suscribe en este periódico pero a manera de llevar tranquilidad y sosiego a la población las autoridades tienden a minimizar el tema no obstante estar enfrentando una serie de frentes que les podría convenir seguir explotando como tema de distracción ante los tantos problemas que afronta el actual gobierno.
Siguen los comentarios, las reflexiones, las críticas constructivas, las preocupaciones, en fin el tormento, sobre si el próximo Presupuesto General del Estado será destinado solo al pago de la deuda pública en caso extremo.
Pero nada de esto es preocupante ante los acontecimientos de corrupción e impunidad que han dado origen a que hoy se sacudan los cimientos mismos del actual gobierno. Es penoso que el gobierno haya abierto tantos frentes pues casi se les van de las manos mientras el país se cae a pedazos en cuanto a salud, educación, vivienda, agricultura, entre otros.
Ante todos estos hechos la ciudadanía comienza a despertar aunque lentamente pues está tomando conciencia acerca de los problemas públicos que son extensivos hasta su bienestar personal y familiar, pues son muchas las calamidades que hoy la población más vulnerable está enfrentando al extremo de que ya no puede ligar los alimentos de cada día por no decir interdiario.
A pesar de que las autoridades y varios organismos internacionales han reconocido el desempeño que ha tenido la economía dominicana en los últimos años, la cual ha estado creciendo sobre el 5% del Producto Interno Bruto (PIB), la gente de bajos ingresos comenta que la economia del país está mal.
La gente estima que hay menos circulante, que los salarios ya no alcanzan para nada, que los productos están más caros. Según cifras del Banco Central de la República Dominicana publicadas en su página Web, la cantidad de efectivo en manos de la población disminuyó en RD$13,234 millones al pasar de RD$94,449 millones en diciembre de 2016 a RD$81,215 millones hasta el mes de abril del presente año.
Conforme la encuesta: Consultoría Interdisciplinaria en Desarrollo, S.A. (CID) aplicada del 2 al 8 de mayo del cursante año esta arroja que el 80% de la población cree que el país va por un camino totalmente equivocado. La violencia y la criminalidad aparecen como uno de los principales problemas.
Y que las principales preocupaciones de las familias son el crimen, violencia en barrio, que no alcanza el dinero y el que desempleo va en aumento en los hogares. Asimismo el 32% de la población tiene una percepción sobre la gestión del actual gobernante de, ni bien ni mal, ni frio ni caliente.
De manera que estos datos envían un mensaje claro de por dónde va la situación. Que hay que poner los oídos en los corazones de las personas porque de seguir como van las cosas se tendra pronto una explosión social ya que la población se está cansando del actual estado. Que ya está bueno pues a falta de una disciplina en el gasto y el endeudamiento las finanzas públicas pueden experimentar en cualquier momento una situación incontrolable.
De manera que se impone un llamado serio y responsable para que las autoridades gubernamentales se encausen por el sendero de la disciplina financiera y que piensen que los más perjudicados son los ciudadanos de a pie pues a medida que se dedique una mayor proporción del dinero recaudado al pago del servicio de la deuda menos planes sociales a favor de la población podrán implementarse y menos desarrollo económico y social podrá alcanzarse. Definitivamente, el país está empeñado.