África: el conservatorio cristiano del mundo
Las corrientes migratorias entre Europa y África subsahariana han cambiado de rumbo en varias ocasiones.
Isidro Toro Pampols
En la Antigüedad se consideraba peligroso traspasar el estrecho de Gibraltar, conocido como las Columnas de Hércules. Más allá se creía no había nada, quizás un abismo que significaba la muerte. Aunque se piensa que los egipcios y luego los fenicios cruzaron esa barrera psicológica, no hay testimonios más allá de unas referencias del historiador y geógrafo Heródoto de Halicarnaso, quien vivió durante el siglo V a C. en Grecia.
Noticias más ciertas parecen ser la del cronista romano Plinio el Viejo, quien era natural de lo que hoy es Italia y vivió durante el siglo I de nuestra era. Este personaje nos hace referencia de un grupo de cartagineses quienes se estima llegaron hasta el Golfo de Guinea, por allá en algún momento entre los siglos VII y IV a C.
Quizás las expediciones más famosas son las del portugués Vasco de Gama para llegar a la India en sus viajes entre los años 1497 y 1524, quien navega por la costa del continente africano y, más tarde, entre 1519 y 1522, la expedición española de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano la cual será la primera en hacer la circunnavegación del globo.
La Sociedad Africana se crea en 1788 en Londres, motivada por la preocupación de lo inmenso e inexplorado del continente africano, por lo que envían una serie de exploradores, así como misioneros para catequizar en la religión cristiana.
De esta forma desembarcaron en África contingentes de católicos, anglicanos, metodistas, bautistas, evangélicos o presbiterianos con el fin de evangelizar a sus habitantes, ya fuera en las colonias británicas, lusas, francesas o alemanas. Recordemos que el mapa geopolítico africano cambio muchas veces producto de las guerras europeas.
Para el siglo XX el mundo occidental albergaba a la mayoría de los cristianos del planeta. En 1950 se calculaba que el 80% estaban en los países occidentales. Pero eso ha cambiado. Hay proyecciones que infieren que para el año 2025 el 50% de los cristianos estarán en África.
Pero hay otro fenómeno. En estos tiempos han aumentado la corriente migratoria hacia Europa. De las colonias inglesas han emigrado miles de naturales a la antigua metrópolis y con ellos sus misioneros quienes tienen el cometido de guiar al rebaño en tierras, entre otras, inglesas. Pero también integrar a los blancos a las iglesias de habitantes negros. Por ejemplo en Londres, hay más de 200 iglesias para afrodescendientes que ofrecen servicios y exigen pastores con una imaginación que excede la forma tradicional de dirigir la liturgia, por ejemplo, presentan obras de Shakespeare adaptadas con mensajes de la Biblia.
Un pastor etíope-británico de nombre Girma Bishaw, pone de relieve lo que se asoma como una gran verdad: “Gran Bretaña nos trajo el evangelio en el pasado. Ahora, por la providencia de Dios, estamos aquí cuando el cristianismo sufre un gran desafío y las iglesias del Reino Unido están declinando”. Ese fenómeno no es exclusivo de algunos países europeos, también en los Estados Unidos hay una transferencia importante de sacerdotes nigerianos, cameruneses y de otras latitudes africanas para atender la escases de presbíteros en sus iglesias.
Estos clérigos deben enfrentar retos como la cultura del país que les resulta extraña, descendientes africanos producto de la transculturización y brotes discriminatorios, particularmente cuando ocurren sucesos graves que involucran extranjeros.
Tal como señalamos en párrafo anterior, África se está transformando en el conservatorio cristiano del mundo. Ya para el Conclave que eligió al Papa Francisco participaron 17 cardenales africanos, más del 10% con derecho a elegir y ser elegido. Cabe destacar que el cardenal Peter Turkson, de Ghana, quien estudió tanto en Nueva York como en Roma, domina además de su lengua materna que es un dialecto tribal, el idioma francés, inglés, italiano y alemán. Estudia la Biblia en sus versiones hebrea, griega y latina, o sea, en los textos antiguos. Su postura con los musulmanes y los pentecostalistas, que son credos que compiten fuertemente en el África, es de acercamiento y dialogo, llegando a recomendar la lectura del Corán.
Este mundo globalizado es cada día más complejo. Misioneros llegan al llamado de los países industrializados buscando fortalecer las iglesias al tiempo de integrar a inmigrantes con la población local. De su lado, el cristianismo se expande en África con tal velocidad que pronto más de la mitad del mundo cristiano vivirá en dicho continente. Ya tenemos un Papa católico latinoamericano. Quizás pronto sea del África.
NOTAS DEL AUTOR:
Isidro Toro Pampols.·. analista político, es MSc en Management, asesor en cooperativismo en el IDECOOP. Reside en Santo Domingo.