“Nunca pensé que estaría en las boletas de Cooperstown” Nunca ha mostrado interés por emprender una carrera política y disfruta jugar softbol y dominó en su lar nativo con amigos y familiares.
Pedro G. Briceño, del Café Deportivo del Listin Diario.
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Santo Domingo. De pequeño jugaba a “la plaquita”, su primer contrato fue uno más del montón, en sus años iniciales batalló con lesiones en las rodillas, pero tuvo un desarrollo tan productivo y consistente que hoy su nombre truena con fortaleza en las boletas para escoger a los próximos miembros que sentarán residencia en Cooperstown.
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Es Vladimir Guerrero, tan humilde como el pequeño poblado donde nació hace ya 41 años, aquel joven que en ocasiones era inquieto, a quien los Dodgers quisieron convertir en catcher y quien constantemente viajaba en la parte trasera de motores para poder entrenar con los Expos de Montreal, franquicia que para entonces tenían su residencia en Mendoza.
Toda una crujía para dirigirse desde Don Gregorio, Baní hasta casi la zona más distante de la parte Este de Santo Domingo y aún así Vladimir aceptó el reto, pues su gran deseo era firmar para el profesionalismo igual a como dos años antes lo había hecho su hermano Wilton y un poco más hacia atrás lo realizó Eliezer, el mayor de la productiva familia Guerrero.
Su madre, Altagracia Albino tuvo que emigrar a Venezuela para trabajar duro cuando Vlady contaba con cinco años, para enviar dinero para la manutención de sus vástagos, quienes crecían bajo el amparo de su abuela.
Hoy, Misquea como le apodan desde niño y tras culminar con sellos dorados una exitosa carrera de 16 años en Grandes Ligas, ve como su figura es bailoteada de forma ruidosa para ingresar al Salón de la Fama en la clase 2017, que junto a él tiene como nuevos integrantes a Ivan Rodríguez, Manny Ramírez y Jorge Posada, quienes se unen a un grupo como Jeff Bagwell (71.6 ), Tim Raines (69.8 ), Trevor Hoffman (67.3) y Curt Schilling (52.3) como jugadores que en la más reciente elección superaron el 40 por ciento de los sufragios.
((Nunca ha mostrado interés por emprender una carrera política.
((Disfruta jugar softbol y dominó en su lar nativo con amigos y familiares.
((Dejó definitivamente el béisbol porque los ejecutivos de los Azulejos de Toronto le prometieron en el 2012 subirlo desde Triple A en un tiempo prudente y nunca cumplieron.
((Es amante de hornear cerdos y cocinar chivo en su hogar en Don Gregorio.
((Le encanta la música de Peña Suazo.
((Es llamado en ocasiones para viajar a Estados Unidos a firmar autógrafos y postalitas en eventos caritativos.
Felipe “Fue mi mejor dirigente”
Desde que siendo un novato en Montreal le brindó la confianza de jugar, Vladimir Guerrero no piensa mucho en afirmar que Felipe Alou fue el mejor dirigente que tuvo a lo largo de su carrera.
“Fue quien me abrió las puertas para jugar, me acogió como uno más de sus hijos y en los momentos en que las lesiones me atormentaron al inicio de mi carrera, siempre me brindó el estímulo para seguir hacia adelante”, expresó Guerrero cuando le correspondió valorar su permanencia de cinco estaciones en Montreal jugando bajo las ordenes de Felipe.
“Nunca me descendió a las Menores, a pesar de los problemas físicos que tuve al comienzo de mi carrera, me supo sobrellevar y este es un hecho que siempre se lo agradeceré”, agrega Guerrero, tras ponderar a su sabueso compatriota.
De Freites, gran consejero
Otro instructor, que Guerrero valora en gran dimensión es Arturo De Freites, quien era el coordinador de los Expos de Montreal en la época en que Guerrero buscaba a como de lugar abrirse paso en la organización.
Tras firmar con Montreal, De Freites lo acogió como a un hijo y lo educó por el camino que debía seguir. “Siempre me dijo que debía enfocarme en mi trabajo y tratar cada vez de hacer las cosas mejor”, agrega Guerrero.
Recuerda que fueron muchas las ocasiones en que fue castigado sin haber cometido infracción.
“En ocasiones los peloteros colocaban un cubo de agua encima de la puerta y cuando esta era abierta el agua le caía en la cabeza u otra parte del cuerpo”, sostiene.
Asimismo, Guerrero también citó a Fred Ferreiras entre las personas que más le ayudaron en su formación como pelotero.
Relata sus momentos memorables
Dueño de una exitosa carrera, donde bateó .318 de por vida y asistió a nueve partidos de Estrellas, Vladimir Guerrero cita varios de los que consideras fueron sus momentos más memorables en su paso por el béisbol.
Tras participar como invitado especial en el Café Deportivo de Listín Diario el futuro inmortal señala que ser subido desde el equipo Doble A, Harrisburg, de los Expos de Montreal a las Grandes Ligas se convirtió en un momento que les puso “los pelos de punta”, pues ya había escalado al gran negocio.
Su manager Pat Kelly, el mismo que en la actualidad dirige al Licey fue que le brindó la información, de la cual en el entorno familiar fue de los últimos en enterarse, pues incluso su madre, Altagracia ya conocía sobre la añorada noticia.
“Fue un gran momento en mi carrera, empacar mis maletas no para retornar a cada, sino para irme a las Grandes Ligas fue un hecho que me llenó de satisfacción”, sostuvo el ex pelotero, quien ese año de 1996 venía de promediar .360 (417-150).
Otro hecho de grata recordación fue cuando por primera vez asistí a la postemporada con Anaheim en su primera estación con ese equipo. “Era algo que nunca había experimentado en mi carrera, cuando culminaba la serie regular siempre tenía que venir al país, porque los Expos de Montreal nunca clasificaban”, señala Guerrero sobre el equipo que concluyó con foja perdedora en cinco de sus siete campañas allí.
Otro hecho memorable fue cuando ya siendo un integrante de los Vigilantes de Texas participó en su primera Serie Mundial en el 2010, a pesar de que apenas bateó de 14-1.
Montreal 2000, su mejor campaña
Tras mencionar la que considera su mejor estación, Guerrero se remonta al 2000, su cuarto año con los Expos y no titubea en decirlo que esos registros de 42 cuadrangulares, 123 remolcadas que adornaron un average de .345 representó el mejor de los años, aunque tuvo muchos otros magníficos.
Brown más fácil de batear, Leiter el más difícil
Guerrero sostiene que a uno de los lanzadores a quien se sintió más cómodo en batearle fue a Kevin Brown cuando éste era un miembro de los Dodgers, en tanto que Al Leiter, un zurdo que jugó mayormente con los Mets fue uno de los más difíciles.
De por vida, Vladimir le conectó para .450 (40-18) con cuatro jonrones y 16 empujadas a Brown, en tanto que a Leiter el average fue de solo .114 (44-5) con un vuelacercas y seis producidas.
“Cuando me enfrentaba a Brown me sentía bien cómodo, yo era del tipo de pelotero que no tenía que estudiar varias veces a un lanzador, con una o dos veces era suficiente”, señala.
Ha generado más de mil empleos en Don Gregorio
A pesar de que su portafolio registra que Vladimir Guerrero recibió una paga de unos 126 millones de dólares por contratos en su carrera, esto no lo hace abandonar sus raíces, todo lo contrario ha sido estandarte para que Don Gregorio se convierta en una comunidad creciente en lo económico.
Es notorio observar en las calles del pueblo, un elevado porcentaje de establecimientos comerciales con un hecho singular en común: La mayoría tienen el sobrenombre de la familia Guerrero.
Con una variedad de establecimientos de diversas índole, con Vladimir a la vanguardia ha proporcionado más de mil empleos directos e indirectos a residentes en la demarcación, hecho que eleva notablemente la tasa de trabajo y por ende la economía de los residentes en el municipio de unos 18 mil habitantes.
Varias fábricas de blocks, pescaderías, granjas de pollo, almacenes, forman parte de los negocios que Guerrero, junto a sus hermanos han dejado abiertos para brindarle a través de los mismos trabajos a muchos residentes en Don Gregorio.
“Es algo que me entusiasma hacer. Es lo que puedo proporcionarle a mis gentes para que puedan tener una fuente de ingreso”, expresó Vladimir, tras conversar sobre los micros empleos que por años ha proporcionado a una buena porción de la población.
Los establecimientos comerciales, así como la cantidad de terreno que posee se encuentran bajo la administración de su hermano Eliezer, el mayor del grupo, quien lo ha llevado a un notable crecimiento.
Vladimir Guerrero afirma que su sueño principal era solo firmar
“De verdad nunca pensé que tendría una carrera de Salón de la Fama, el solo hecho de que mi nombre sea ponderado representa un orgullo para mí”, expresó Guerrero, tras participar como invitado central en el Café Deportivo de Listín Diario, siendo entrevistado por los periodistas Héctor J. Cruz, Editor Deportivo y Pedro G. Briceño.
Para una persona que era juguetón en su época de juvenil, cuyo principal sueño era firmar para el profesionalismo igual que su trío de hermanos mayores, Guerrero ve como un gran logro el hecho de aparecer en las papeletas de Cooperstown, cuyo nombre y el de Pudge Rodríguez retumban con mayor fuerza entre los novatos en las boletas, dejando a un bateador de .312, quien produjo 555 vuelacercas y 1,831 empujadas como Ramírez prácticamente sin opciones debido a su vinculación al caso esteroides.
Aunque su average de .318 de por vida, casi 450 jonrones, 1,496 remolcadas, nueve visitas al Juego de Estrellas lo consagran como uno de los mejores bates de su generación, Guerrero esperará con paciencia la fecha de la elección programada para el 18 de enero, día en que se determinará si se une a Juan Marichal y Pedro Martínez como los únicos dominicanos con un sitial en la inmortalidad del béisbol.
Un genuino ejemplo del bateador puro, que no acostumbraba ir al batting cage a realizar swing, mucho menos ninguno de los instructores de bateo le suplicó ser más paciente en el pentágono, Guerrero se las ingenió a base de un talento natural para
Batear en 13 de sus 16 campañas por encima de la marca aristocrática y en otras dos ocasiones su average superó los .290 con todo y su fama de tirarles a pitcheos fuera de la zona de strikes, pero que nunca tuvo una estación de 100 ponches.
Desde hace varios meses los amantes del béisbol en el país están a la espera de que se produzca este gran acontecimiento, aunque la fecha se aproxima, Guerrero la espera con cautela, pues está consciente que fue dueño de una carrera digna para estar al lado de los grandes bateadores del negocio.