Terapias de autoestima sacan a mujeres de escenas violentas
El Centro de Atención a Mujeres Sobrevivientes de Violencia ha logrado que mujeres que se creían perdidas alcen sus vuelos sintiéndose capaces de crear y producir
Por Wendy Santana de Franjul.
Santo Domingo. Sentirse comprendidas, acompañadas y apoyadas ha sido suficiente para que un grupo de mujeres que han sobrepasado distintos escenarios de violencia, a punto de perder sus vidas, logren redimirse y encontrarse con la belleza de su propio ser, sus potencialidades y capacidades de desarrollarse.
Trabajar profundamente el levantamiento de la estima, desde todos sus ángulos, ha sido el mentor del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia, para lograr que las damas afectadas por actos violatorios a sus derechos a vivir en paz, sientan un renacer en sus vidas.
Esta semana, con motivo de Celebrarse el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, en honor a las Hermanas Mirabal, este Centro celebró un encuentro con mujeres que reciben asistencia emocional e invitó al director del Listín Diario para que observara el trabajo que se ha estado haciendo con ellas.
Al escuchar varios testimonios de las sobrevivientes narrando como era su día a día antes y después de ingresar al Centro, Miguel Franjul pudo percatarse de que los programas de ayuda psicológica, socioeconómica y de capacitación técnica que se ofrecen han dado resultado.
Ninguna de las que agotaron un turno para exponer sus historias dijo exactamente que han dado resultadosÖ pero el brillo de sus ojos, la sonrisa espontánea, la firmeza de sus palabras al asegurar que no permitirán más abusos con sus vidas y el aplauso de las compañeras definen a este Centro como muy acertado y necesario.
Pero lo más revelador de que sí ha dado resultado es el ímpetu con el que las féminas interpretaron varias canciones de valoración a sí mismas, expresiones de esperanzas y frases de valentía y confianza en la gente que quiere extenderle la mano amiga y de protección.
Comenzaron un poco tímidas porque no sabían si sus voces se escucharían bien sintonizadas, pero cuando vieron en las miradas de los presentes el abrazo de solidaridad, alzaron sus cantos de fortalezas y unión para lograr la fuerza que necesitan para acabar con la violencia en sus vidas.
Un grupo de mujeres con grandes pesares de episodios violentos en su historia cantaban con gran entusiasmo la canción de Diego Torres, “Color de Esperanza”: Sé, que hay en tus ojos con solo mirar / Que estás cansado de andar y de andar / Y caminar girando siempre en un lugar. / Sé, que las ventanas se pueden abrir, Cambiar el aire depende de ti / Te ayudará, vale la pena una vez más. / Saber que se puede, querer que se pueda / Quitarse los miedos, sacarlos afuera / Pintarse la cara, color esperanza / Tentar al futuro con el corazón Ö..
Con igual ilusión y confianza en que se puede cambiar, interpretaron también la canción: “No dudaría en reír“ (Prometo ver, la alegría / Escarmentar de la experiencia / Pero nunca, nunca más / Usar la violencia …, de Rosario Flores, mientras empleaban las técnicas de relajación corporal que aprendieron en el Centro, bailando como sus cuerpos querían ir hacia donde sus sentimientos las querían llevar.
Y para finalizar el momento de demostraciones de que han cambiado sus vidas y que ahora están más fuertes y unidas para ayudar a otras mujeres a superar las amarguras y frustraciones de los hogares violentos y relaciones intrafamiliares traumáticas que ponen en riesgo sus vidas, su salud y las de sus familiares, entonaron su himno: “No aguanto más”.
El director del LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, salió del Centro convencido de que si hasta el momento ha hecho algo por ayudar a las mujeres a salir de la situación de riesgo, apoyando campañas preventivas, e incluso, creando una propia en el periódico, tendrá que duplicar los esfuerzos.
La lección aprendida fue que vale la pena luchar por la calidad de vida de las mujeres abusadas y maltratadas por hombres desconsiderados y desconocedores de los derechos de sus parejas o exparejas, porque se puede conseguir aliviar la carga emotiva de miles de féminas en situación de vulnerabilidad a las distintas manifestaciones de agresión.
También que se necesitan más fuerzas unidas por la misma causa y que no se debe desmayar hasta conseguir la erradicación total de la violencia contra la mujer, que es la contraparte vital del hombre, tanto en lo profesional como en lo personal, y es su complemento, compañera inseparable, madre de los hijos, hermana, abuela, tía, amiga, colega o vecina.
La prensa amiga
“A Miguel Franjul, director de Listín Diario, por sus significativos aportes a la prevención de la violencia de género e intrafamiliar a través del correcto abordaje del tema en la línea editorial del periódico”, dice la placa de reconocimiento que le fue entregada durante el acto.
Al entregar la insigne al homenajeado, junto a la fiscal del Distrito Nacional, Yeny Berenice Reynoso, el procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, dijo que el papel de la prensa dominicana es fundamental en esta ardua tarea de eliminar el irrespeto a las mujeres.
Frente a un nutrido público de damas que han sido víctimas de maltratos físicos y verbales, de parte de sus parejas o ex parejas, la máxima autoridad del Ministerio Público se comprometió a impulsar todas las tareas y nuevas iniciativas del Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia.
De su lado, la Magistrada Fiscal comentó que el periódico LISTÍN DIARIO, en la persona de su director, es el medio de comunicación que más ha aportado a las intensas luchas contra los feminicidios y la violencia intrafamiliar, al tiempo de elogiar la profesionalidad con que se tratan estos temas.
INSTITUCIÓN ES UN ESPACIO DE ATENCIÓN INTEGRAL
El Centro de Atención a Sobrevivientes de Violencia es un espacio de atención integral que incluye terapias para la recuperación emocional, la independencia económica, el desarrollo social y la integración al mundo laboral de la mujer.
Procura establecer la vida familiar de las afectadas y continuar con su proyecto de vida.
Para cumplir con los objetivos desarrolla los programas de Servicio Psicológico, Grupos de Mutua Ayuda, Terapia Psicocorporal, Servicios Sociales, Capacitación y Prestadores de Servicios
En términos pcicológicos se trabaja con abordaje clínico de la violencia; el equipo multidisciplinario ofrece atención psiquiátrica si se requiere; los grupos de mutua ayuda son una red de solidaridad económica y emocional a las sobrevivientes; y con la terapia psicocorporal se ayuda a controlar el miedo, la culpa, vergüenza, ansiedad y estrés que se guardan en el cuerpo por haber estado sometida a violencia.
Los Servicios Sociales ofrecen oportunidades de desarrollo facilitándo la obtención de microcréditos a bajo interés para impulsar su propio negocio y conquistar la independencia económica; asesoría legal, y atenciones médicas y educativas para ellas y sus hijos e hijas.
En el área de capacitación se prepara a los actores del sistema de atención de la Fiscalía del Distrito, así como a instituciones y organizaciones que soliciten estos servicios, y mediante el capítulo Prestadores de Servicios se ofrece herramientas que preserven la salud física, mental y emocional de los/as empleados/as de la Fiscalía del Distrito y mejorar su calidad de vida en el ejercicio profesional en que decidieron desarrollarse.
Todos los servicios son gratuitos. Para recibir orientaciones los interesados pueden llamar a los teléfonos 809-221-7785 / 7782 y 809-682-3251 o visitando el Centro en la calle Hostos No. 350 esq. Luperón, Ciudad Colonial, Santo Domingo, de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 7:00 p.m.
Círculo de la violencia
FASE 1: Acumulación de tensión El abuso físico es siempre precedido por el abuso verbal. La tensión del hombre aumenta. Se muestra irritable. Parece enfadado sin motivos. La mujer se siente cada vez más frustrada y perpleja. No puede conseguir que él comprenda sus puntos de vista.
FASE 2: Exposición violenta El hombre explota y castiga severamente a su compañera, resultando herida y terriblemente confundida. La tensión crece hasta descargarse de muchas formas y diferentes grados.
EFASE 3: Luna de miel El agresor se siente apenado después de haber cometido el abuso, pide perdón, llora, promete cambiar, ser amable, buen marido y buen padre. Admite que lo ocurrido estuvo mal. Esta actitud puede ser convincente porque en ese momento se siente culpable de verdad.
LFASE 4: La reincidencia El hombre vuelve a acumular tensión, olvida las promesas y deseos de cambiar y respetar a su mujer, y vuelve a agredirla.