Rosario Espinal y el PRM
Por Antonio Almonte.
Es cierto – como afirma Rosario Espinal – que ha sido una pérdida de tiempo la lucha del PRM por una nueva JCE?
1. El 35% de votos recibidos por el PRM y aliados en mayo pasado debió ser suficiente para obtener mayor número de diputados, alcaldes municipales y regidores. .Si no ocurrió así, se debió – entre otras razones – al impune arrebato ejecutado por jefes de juntas municipales electorales mediante decisiones parcializadas apañadas por la JCE.
2. El más letal ataque hecho a la oposición política en las últimas décadas lo ejecutó el Tribunal Superior Electoral (TSE) al arrebatar el PRD a su genuina militancia y dirigencia para convertirlo en coletilla del PLD y su gobierno. Esa sola acción subvirtió profundamente la correlación del poder político y electoral en el país.
Los hechos indican, pues, que subestimar el rol determinante de ese entramado electoral encabezado por la dupla JCE-TSE, es una peligrosa superficialidad política.
Por consiguiente, plantearse – como lo ha hecho el PRM y la oposición – enfrentar ese entramado electoral absolutamente parcializado y autoritario, y denunciarlo e influir en su modificación, es un objetivo político práctico de gran importancia para la democracia en general y para la competencia electoral también.
3. Resulta extraño que una profesora de política, considere que como “ninguno entre los escogidos es cercano al PRM”, es evidencia de que la lucha de este partido por una nueva Junta “no le ha dado resultado”. Lo primero es que el PRM ni pidió, ni luchó, para que alguno de sus miembros (“cercano”) fuera parte de la Junta. La lucha no era por un cargo. En segundo lugar, ese equivocado enfoque de Rosario Espinal es pariente íntimo de la política de reparto de los órganos de arbitraje electoral en cuotas partidistas, que, como hemos visto, ha resultado perniciosa para nuestra democracia.
4. Dice Rosario Espinal que: “Al final, el PLD integró la JCE con las personas que consideró apropiadas (…)”
Tampoco es cierto. Lo que buscaba y quería el PLD era ratificar la Junta de Roberto Rosario, pero no pudo.