Rasgos especiales de la cultura japonesa
La cultura japonesa es totalmente diferente a la mayoría del planeta y lo que puede ser un acto de cortesía puede convertirse en un serio insulto para un nipón.
En el 2020 Tokio será sede de los juegos olímpicos, y si piensa viajar a Japón, Jaime Moreno, periodista colombiano, cuenta algunos aspectos básicos de la cultura japonesa para no pasar vergüenzas.
El metro, los taxis, las calles, son extremadamente limpias y la mayor contradicción es que no hay canecas. La gente se hace responsable de su propia basura y carga con ella hasta la casa. En Japón la gente no come ni consume ningún tipo de bebida en la calle o el metro.
No pase por la pena de pedir una caja para llevar la comida que le sobró, la mayoría de los restaurantes no tienen permitido proveer bolsas para la comida, por razones sanitarias para evitar intoxicaciones.
Una de las cosas más curiosas dentro de una experiencia gastronómica en Japón, es que no hay que dejar propina, de hecho, eso es una ofensa. Los nipones consideran que ellos no necesitan un incentivo diferente al salario para ofrecer un buen servicio.
Cuando viaje a Japón se dará cuenta que sin importar la cantidad de gente que usa el metro, todos ingresan de manera organizada. El metro usualmente va tan lleno como el Transmilenio en Bogotá, pero la diferencia es que aquí nadie se empuja ni grita y todo el mundo cabe.
El desarrollo tecnológico, no es el activo más importante de los japoneses, al final del día las innovaciones tecnológicas terminan masificándose y haciéndose disponible para todo el mundo.
La verdadera riqueza de los japoneses es la confianza. Solo en el metro de Tokio se ven niños de 6 o 7 años, sin la compañía de adultos. No es un asunto de autosuficiencia sino la demostración de un elevado nivel de confianza social.
Tenga en la mayoría de los japoneses siempre estarán dispuestos a asistirlo, no importa que usted no sepa ni una palabra en japonés, ellos harán todo lo posible por hacerse entender.
Japón es uno de los países más seguros del mundo. En el 2015, sólo se presentaron 7 casos de homicidios con armas de fuego.
Muchos extranjeros pensarían que los japoneses respetan la ley por temor a una sanción penal o económica, pero no es así, en las calles la policía no patrulla por lo tanto no hay un agente en cada esquina, verificando el cumplimiento de las normas. De hecho, Bogotá tiene un mayor número de policías por cada 100 mil habitantes que Tokio y los resultados en seguridad son muy diferentes.
No es la tecnología ni modernas autopistas o abultados presupuestos en seguridad, sino pequeños comportamientos individuales los que construyen confianza y hacen la diferencia entre un país en desarrollo y uno del primer mundo.
Fuente: https://www.facebook.com/lafmcolombia/videos/1502465106515447/