Rafa Nadal es más leyenda: triunfo ante Wawrinka, décimo título de Roland Garros y 15º Grand Slam

Paris. Roland Garros demandaba a su rey y el monarca, después de un paréntesis de tres años, regresó. Volvió Rafael Nadal a reencumbrarse en el Bois de Boulogne, décima vez ya, una proeza por lo tanto.

El español se impone al suizo en la final (6-2, 6-3 y 6-1, en 2h 05m) y recupera tres años después el trono de París. Ya supera a Pete Sampras en la cifra de grandes y asciende al número dos del ‘ranking’

Nadal aseguró que este triunfo le hace muy feliz, pero que no le da ventaja para ganar otros torneos. El español indicó que la gesta que ha logrado en Roland Garros puede ser igualada, pero afirmó-
“Se tienen que dar muchas circunstancias. No sé si yo voy a ver a alguien que me supere”. Por eso, sus diez triunfos son “algo que quedará” en la historia y que le hace “ilusión” haber conseguido.
Pese al poderío mostrado, Nadal afirmó que tiene dudas “todos los días” y que es eso precisamente lo que le impulsa a mejorar.
“Cuando tienes dudas buscas hacerlo mejor, tener más intensidad, más motivación, y eso te permite mostrar humildad.
De lo que no dudo es de que para mejorar hay que trabajar. Pero seguiré teniendo dudas. Cada semana es diferente. Nunca he tenido la arrogancia de pensar que siempre estaré arriba”, señaló. Aunque indicó que “cada victoria en Roland Garros es importante”, porque es el torneo más valioso para él, Nadal reconoció que la de este año fue especial “porque es la décima” y por la ceremonia que el torneo preparó al final.
“Tengo 31 años, no soy un niño (…) Sé que cada vez me quedan menos opciones de ganar porque quedan menos años”, dijo el español, que recordó que el año pasado una lesión le privó de una oportunidad y que fue el peor momento en el torneo de su carrera.
Nadal calificó de “perfecto” su Roland Garros, sin perder ningún set ni tener partidos con riesgo de derrota. Su próximo objetivo será Wimbledon, donde reconoce que llegará después de varios años sin hacer buen tenis, por lo que no sabe cómo responderá, en particular sus rodillas, en una superficie, la hierba, en la que los apoyos son más duros.
En ese torneo, en el que en el pasado encadenó cinco finales, el tenista puede conseguir el número uno del mundo, algo en lo que dijo que no piensa ahora, aunque reconoció que “sería bonito”. Dijo que no se plantea por dónde irá su carrera ahora.

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