Quien va a morir se alivia
Quien va a morir se alivia
RAFAEL PERALTA ROMERO
Animado por las declaraciones de la señora Mónica Moura, esposa del embaucador Joao Santana, un fanático gobiernista que trota en la avenida Mirador Sur se detuvo profiriendo loas al presidente Danilo Medina frente a un grupo del que sabe no simpatizan con la forma de gobernar del actual mandatario.
Como el hombre insistiera en repetir que con la declaración de la consorte del exasesor de Medina, la cual habría dicho -retractándose- que este no recibió dinero de la poderosa Odebrech para financiar su campaña electoral, uno de ellos respondió a voz en cuello: “Si tuviera vergüenza él hubiera renunciado”. El otro siguió trotando.
Los dominicanos estamos ocupando mucho tiempo en tejer conjeturas en torno al futuro inmediato de la nación. Unos temen que en cuestión de meses estalle una crisis política que haría difícil la gobernabilidad y la convivencia armónica. Otros aseguran que el presidente Medina llegará al término de su cuatrienio arrastrándose.
Unos sueñan con la destitución del Presidente y hasta aseguran que Margarita Cedeño, vicepresidenta de la República y esposa de Leonel Fernández, adversario de Medina en las luchas intrapartido, se está preparando para asumir la jefatura del Estado. Los más sensatos observan que eso no resulta tan fácil.
En diálogo callejero, un profesional le decía a otro: “En unos meses aquí tú no podrás comprar ni arroz”. Azorado, el otro intentó minimizar el mal presagio, pero el que habló primero reiteró: “No tendrás con qué comprarlo y aunque tengas dinero no lo encontrarás”. Entre nosotros andan muchos pronósticos desalentadores.
El suspense con el que las autoridades – el Ministerio Público, sobre todo- están conduciendo las investigaciones por los sobornos de la Odebrech ha impregnado de pesimismo la conciencia nacional. No son muchos los que esperan que los grandes responsables de corrupción para otorgar obras del Estado a la célebre firma brasileña vayan a la cárcel.
Analistas políticos han opinado que la reunión del comité político del Partido de la Liberación Dominicana, el pasado martes, representa un mensaje de unidad de la enemistada cúpula de la organización. Testigos han dicho que al momento de ingresar los fotógrafos, Fernández y Medina sostenían una agria discusión, y que cambiaron de postura ante los miembros de la prensa. Ese es el mensaje.
La opinión generalizada es que la atmósfera está muy pesada para el gobierno y su partido. La declaración de la señora Moura, presa por corrupción en Brasil, ha inyectado un alivio a Danilo Medina y su equipo, pero eso hace recordar un dicho muy propio de la sabiduría popular dominicana: todo quien va a morir se alivia.