Japonés Shohei Ohtani con apenas 23 años es un fenómeno como bateador y lanzador a la vez
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Por Doug Miller / MLB.com
El fenómeno japonés del bateo y del pitcheo, Shohei Ohtani, ha estado en las noticias. Definitivamente, está en los sueños de los 30 equipos de Grandes Ligas. Y está en el corazón de la fanaticada de su país, a la vez que se prepara para hacer el salto hacia el béisbol de los Estados Unidos.
Mucho se sabe del jugador de 23 años, desde su recta y slider eléctricos hasta su ilustre carrera en el Béisbol Profesional Nipón y el formulario que envió a los 30 equipos de las Mayores para contestar sus preguntas y ayudarle a tomar su decisión de cuál elegir a la hora de firmar. Un nuevo sistema de posta debe de ratificarse a finales de esta semana, lo cual despejará el camino para que Ohtani se encuentre en los entrenamientos de Grandes Ligas a partir de febrero.
“Lo único que puedo prometerte es que voy a jugar lo más duro posible todo el tiempo y que daré el 100%”, le dijo Ohtani en la primavera del 2017 a Jon Paul Morosi de MLB.com. “Espero poder inspirar a numerosas personas haciendo eso, tal vez en sus vidas personales. Si están teniendo problemas, tal vez se animen al verme jugar. Eso sería lo más honorable de jugar béisbol”.
Pese a todos los titulares y la publicidad, aún quedan aspectos de Ohtani que muchos fanáticos del Occidente no saben. Entonces, con la ayuda de algunos expertos e historiadores del béisbol japonés, creamos este informe sobre el futuro ligamayorista.
Crianza humilde, pero de atleta: El padre de Ohtani, Toru, fue pelotero en la liga industrial de Japón, un circuito de bastante calidad que produjo el relevista de Grandes Ligas, Junichi Tazawa. La madre de Ohtani, Kayoko, fue una buena jugadora de bádminton. Ohtani nació en Oshu, en la parte rural de la prefectura de Iwate, a unas tres horas de Tokio.
“No es un muchacho urbano de Tokio”, dijo Brad Lefton, un escritor bilingüe que ha cubierto el béisbol de Japón y de los Estados Unidos durante muchos años. “Eso podría ser parte de la razón por la que se le admira tanto. Aún hay cierta inocencia con él”.
Se hizo sentir en el torneo Koshien: El famoso torneo a nivel de escuela secundaria produjo leyendas como Ichiro Suzuki, Daisuke Matsuzaka y Masahiro Tanaka. Allí, a unos días de su cumpleaños 18, Ohtania soltó una recta de 160 kilómetros por hora-99 millas por hora-un récord para un lanzador a nivel de escuela secundaria en Japón.
“Ohtani era diferente desde el principio”, dijo Jim Allen, escritor del Kyodo News y quien ha cubierto el béisbol japnoés durante más de tres décadas. “Iba a batear iba a lanzar, y hubo mucha controversia con eso en Japón. A los fanáticos les encantaba, pero la mayoría de los ‘viejos’ lo criticó desde el principio”.
Hora de decisiones: Al completar la escuela secundaria, Ohtani sorprendió a muchos el 21 de octubre del 2012 cuando anunció que optaría por indagar la oportunidad de jugar en las Grandes Ligas, en vez de convertirse en profesional en Japón. En medio de rumores de ofertas de los Dodgers, Rangers, Medias Rojas y Yankees, Nippon Ham-Fighters eligió a Ohtani con la primera selección del draft en Japón.
Los Ham-Fighters convencieron a Ohtani a firmar con ellos, haciéndole una presentación estilo “mercadeo” con el título “El Camino Hacia Realizar el Sueño de Shohei Ohtani”, algo que habló de los obstáculos para un novato en los Estados Unidos.
“Presentaron un video”, recordó Robert Whiting, autor del libre “You Gotta Have Wa” sobre el béisbol japonés. “Enseñó lo difícil que es para los muchachos en liga menor. En el caso de Ohtani, la falta de restaurantes japoneses, los viajes de 18 horas en autobús y cosas así.
“Pero también se le hizo saber a Ohtani que sería una estrella instantánea en Japón, con familiares y amigos para apoyarlo. Los Ham-Fighters lo ayudarían a prepararse para las Grandes Ligas”.
Ohtani firmó con Ham-Fighters y ahora el equipo lo pondrá en el sistema de posta varios años antes de estar obligado a hacerlo.
Su habilidad de lanzar y batear: Ohtani no siempre fue “El Babe Ruth de Japón” o un “Nito-ryu” (Samurái de dos espadas). De hecho, bateó .238/.284/.376 con Ham-Fighters en su temporada de novato en el 2013, jugando mayormente en el jardín derecho cuando no pitchaba. Ese año, tuvo marca de 3-0 con efectividad de 4.23 en 13 presentaciones en el montículo, incluyendo 11 aperturas.
En el 2014 a los 19 años, conectó 10 jonrones en 212 turnos y brilló como lanzador, terminando con marca de 11-4, efectividad de 2.61 y 179 ponches en 155.1 entradas.
En la Serie de Estrellas entre la selección japonesa y un grupo de estelares de Grandes Ligas, Ohtani ponchó al cubano Yasiel Puig, Justin Morneau y Evan Longoria en el último partido, tirando 7.0 episodios y permitiendo dos carreras con siete ponches.
No fue hasta el 2016 que Ohtani empezó a brillar con el madero. En esa campaña bateó .322/.416./.588 con 22 cuadrangulares, a la vez que tuvo promedio de carreras limpias de 1.86 y 174 ponches en 140.0 innings. Fue nombrado Jugador Más Valioso de la Liga del Pacífico, ayudó a los Ham-Fighters al título de la Serie de Japón y fue incluido tanto como lanzador como bateador (designado) en los “Mejores Nueve” en dicho país.
Este año, una lesión en un tobillo lo obligó a perderse el Clásico Mundial de Béisbol y una buena parte de la temporada en Japón. De cualquier manera, bateó .332/.403/.540 en 231 visitas al plato, a la vez que tuvo efectivivdad de 3.20 con 10.3 ponches por cada nueve entradas como lanzador en cinco aperturas.
Ohtani revelado: Todo luce indicar que Ohtani representa “el paquete total”. Tiene seis pies y cuatro pulgadas de estatura y pesa 215 libras. Corre tan rápido como el más de home a primera, pero hay mucho más.
“Luce como una estrella del cine”, dijo Whiting.
Se cuenta que Ohtani es respetuoso con los medios, a pesar de estar abogiado en los últimos cinco años. Y su jersey número 11 y su cara se ven en todas partes de Japón.
Ohtani vive en los dormitorios de los Ham-Fighters para poder estar más cerca de las instalaciones del equipo para entrenar. Es bien disciplinado con los ejercicios y la nutrición. No sale con sus compañeros a cenar o a los bares y todo luce indicar que la vida nocturna no está por encima de su preparación como atleta. Estudia inglés y sonríe mucho.
“Él sabe cómo funciona todo”, dijo Lefton.