Iglesia Católica: La corrupción administrativa “priva a amplios sectores de la población del acceso a la alimentación, salud, educación, y la vivienda”

Santo Domingo. La Conferencia del Episcopado Dominicano, que concluyó esta tarde su 55a. Asamblea General Plenaria, emitió un documento en el cual hacen su petición, y expresan que la nación dominicana necesita un ejercicio transparente de la justicia en sentido, especialmente en los tribunales superiores, y que para ello hay que designar jueces con “gran sentido patriótico”.

De nuevo la iglesia católica exhortó al Consejo Nacional de la Magistratura escoger las personas idóneas por su capacidad profesional, honestidad e integridad moral para la función de jueces de las altas cortes, luego que el organismo judicial informara los nombres de 85 juristas y abogados de carrera que fueron preseleccionados como aspirantes para completar las vacantes de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), y la designación de los jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) y sus suplentes.

“Procuremos que sean personas idóneas, capaces profesionalmente, honestas, moralmente íntegras y políticamente imparciales”, señala el comunicado de los obispos, que reseña, además, varios temas tratados en la Asamblea que se inició la noche del pasado domingo.

Los preseleccionados ahora pasarán a la presentación en vistas públicas y la evaluación final. Estas vistas públicas con los candidatos iniciarían el próximo jueves 13, y continuarán de manera consecutiva según sea requerido, según informó el CNM.

Critican impunidad

Por otro lado, los obispos exhortaron a los poderes públicos del Estado que realicen mayores esfuerzos para la institucionalización de la justicia. “Ante la corrupción que afecta la convivencia pacífica, de modo que nadie pueda ir a los cargos públicos a enriquecerse ilícitamente y de manera impune”.

Reiteraron que la corrupción administrativa y el desvío de fondos públicos para beneficios de unos pocos “priva a amplios sectores de la población del acceso a la alimentación, salud, educación, y la vivienda”. En ese sentido expresaron su apoyo a los grupos e instituciones que luchan contra la corrupción. “Vemos con buenos ojos el hecho de que cada vez más la ciudadanía se empodera y toma parte cada vez más activa en la lucha contra la corrupción”.

“En este contexto queremos animar a todos los actores de nuestro sistema de justicia a procurar un mayor fortalecimiento de este poder del Estado”, expresan.

Entre otros temas, los obispos dicen que trataron en la Asamblea, la “campaña mediática” que, según dijeron, busca favorecer la legitimación del aborto, y criticaron las presiones políticas, nacionales e internacionales a las que en muchas ocasiones son sometidos los legisladores.

“Legislar a favor del aborto va en contra de la misma naturaleza y de la Constitución de la República. Sería un grave error dejar entrar en nuestra legislación una acción que vaya directamente en contra de la vida y del orden institucional”.

Exhortan a los “auténticos católicos, hombres y mujeres de buena voluntad a no dejarse persuadir por las “campañas agresivas” para convencer a la sociedad de que con la despenalización del aborto defienden los derechos y la dignidad de la mujer y se reduce la mortalidad materna”, lo que consideran una gran mentira y un enorme engaño.

Pidieron de nuevo a los diputados que ratifiquen la decisión del Senado para que finalmente “podamos tener un Código Penal, pieza jurídica que por años ha estado reclamando la sociedad dominicana”. Ese hemiciclo aprobó la pieza excluyendo las causales sugeridas por el Poder Ejecutivo para permitir el aborto.

Sobre la violencia, la conferencia episcopal pidió que todos unidos construyamos un nuevo clima de paz, valorando y respetando la vida la dignidad de cada ser humano. Veamos al otro como a un verdadero hermano.

Luchemos todos juntos y sin desmayo por la paz social y el buen entendimiento, y mantengamos la unidad en la diversidad, sin dejar de reconocer y aceptar la diferencia entre las personas”.

El comunicado lo firman Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, Arzobispo emérito de Santo Domingo; Diómedes Espinal De León, Obispo de Mao-Montecristi y nuevo presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano; Héctor Rafael Rodríguez Rodríguez, M.S.C., Obispo de La Vega y nuevo vicepresidente de la CED; Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo; Freddy Antonio de Jesús Bretón Martínez, Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros, y Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, obispo de Nuestra Señora de La Altagracia, Higüey, y los demás obispos jefes de diócesis y auxiliares.

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