Esperanza Aguirre, histórica dirigente, vocera del Partido Popular en Madrid renuncia por escándalo de corrupción de su colaborador

El Ícono del PP, se retira de una trayectoria política de tres décadas. Fue ministra, presidenta del Senado y jefa del Gobierno de la región de Madrid.

España. Esperanza Aguirre, icono del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y líder de la formación en Madrid, renunció hoy a todos sus cargos en el Ayuntamiento de Madrid, debido al escándalo de corrupción por el que fue detenido y enviado a prisión su ex “mano derecha” Ignacio González.

Aguirre, de 65 años, se retira tras una trayectoria política de tres décadas, durante la cual fue ministra, presidenta del Senado y jefa del Gobierno de la región de Madrid. Su caída se produce tras una “semana negra” de un PP golpeado por diversos casos de corrupción.

“Me siento engañada y traicionada, no vigile más. No vigilé todo lo que debía, por eso dimito del cargo que ostentó.

“Mi manera de concebir la política me lleva a asumir responsabilidades por no haber vigilado, por no haber descubierto lo que ahora han desvelado la Guardia Civil y el juez”, dijo Aguirre en una corta intervención en la que no ha admitido preguntas.

La detención y el ingreso en prisión González, su delfín, investigado por un presunto desfalco en una empresa pública de Madrid, puso en los últimos días contra las cuerdas a la portavoz del PP.

“Los ciudadanos tienen derecho a exigir que los políticos asumamos todas nuestras responsabilidades con dignidad, sin dilaciones y sin excusas. Yo tengo como norma de conducta no eludir nunca mis responsabilidades”, dijo hoy en una comparecencia institucional.

La corrupción ha sido uno de los grandes problemas de Aguirre en los últimos años. Aunque la llamada “lideresa” del PP trató de mostrarse contundente y salió indemne en los primeros tiempos, las sospechas sobre algunos de sus estrechos colaboradores le costaron el cargo.

“He nombrado a más de 500 cargos y solo dos me han salido rana”, llegó a decir en 2012 en la Asamblea de Madrid.

Pero un lustro después, las “ranas” se han multiplicado y dos de sus hombres de máxima confianza están hoy en prisión. Uno es González y otro, Francisco Granados, ex “número dos” de Esperanza Aguirre, detenido en 2014 en el marco del llamado “caso Púnica”, una trama vinculada a varias administraciones regionales por cobros y adjudicaciones irregulares.

El pasado jueves, además, la hasta ahora portavoz del PP en Madrid acudió a declarar como testigo en otro caso de corrupción que ha golpeado fuertemente al PP en los últimos años, el “caso Gürtel”.

Ahora, con su retirada, Aguirre deja tras de sí una larga trayectoria política. Sin pelos en la lengua y polémica por sus declaraciones y por las medidas que tomó cuando era jefa del Gobierno de la región de Madrid, se convirtió en un peso pesado del PP al ganar tres elecciones regionales con mayoría absoluta entre 2003 y 2011.

Antes, fue ministra de Educación y Cultura en el Gobierno de José María Aznar y la primera mujer en presidir el Senado, la Cámara alta del Parlamento español.

A principios de 2011 sorprendió al anunciar su retirada por “motivos personales”, cuando le fue detectado un tumor de mama.

Tras pasar varios años alejada de la primera línea política, en mayo de 2015 disputó la alcaldía de Madrid a la ex jueza de izquierdas Manuela Carmena, afín al partido Podemos, en un intenso duelo que terminó con su rival arrebatándole el bastón de mando.

Fue, quizá, la primera gran derrota de Aguirre, que la alejó aún más de Mariano Rajoy, con quien no mantiene una buena relación.

Y, también, el inicio de su caída.

El pasado febrero, acorralada por las sospechas de corrupción sobre Francisco Granados, anunció su retirada de la presidencia del PP de Madrid, aunque siguió ejerciendo como portavoz de la formación conservadora en el Ayuntamiento.

Nacida en la capital española en 1952, Esperanza Aguirre creció en una familia de la alta sociedad madrileña.

Estudió en el colegio de monjas de la Asunción y en el Instituto Británico y se casó con un grande de España: Fernando Ramírez de Haro y Valdés, conde de Murillo, con el que tiene dos hijos.

Tras licenciarse en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, fue subiendo puestos en política, despertando admiración y aversión a partes iguales entre los ciudadanos.

Su trayectoria pública deja decenas de imágenes y anécdotas, como el accidente de helicóptero que sufrió junto a Mariano Rajoy en 2005, del que ambos salieron ilesos, o su intervención ante la prensa, con zapatos de tacón y calcetines, para relatar lo vivido en la ola de atentados que sacudió Bombay en 2008, a la cual sobrevivió. Fuente: Clarin.com

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