La Dictadura que oprime al pueblo de Venezuela, busca con el “Anarquismo”, la desaparición del Estado Venezolano.

Empecemos por comprender el significado de la palabra “Anarquismo”. Es la Doctrina política que pretende la desaparición del Estado y de sus organismos e instituciones representativas y defiende la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad.

Hemos visto durante los últimos 19 años, a actores políticos, en constante proceso caótico de acción y reacción, en lo que parece ser una guerra perpetua entre la derecha y la izquierda, donde las instituciones y la libertad del individuo están a merced del Dictador.

Para colocar las cosas en contexto. Si no hay alimentos para la población, la política pública de un gobierno normal, serian realizar todo tipo de acciones que permitan garantizar y regularizar el acceso de la alimentación al pueblo, a la mayor brevedad posible.

La Dictadura que oprime al venezolano, sabe aplicar el anarquismo como política pública. Lo vemos en el derecho a la alimentación “hambre”, en los derechos políticos “elecciones fraudulentas y ausencia de reglas”, en lo social “un pueblo en diáspora” y una vez más en lo económico.

Inyectando fuertes dosis de desvalores, escuchamos a representantes del gobierno decir, parafraseando un poco “Compren el petro la Criptomoneda y no Dollar paralelo, para vencer la guerra económica”.

Estas monedas se negocian en un mercado no regulado, precisamente promovido por los ciudadanos, en respuesta anárquica al sistema financiero mundial, es como un “UBER”, pero financiero. Otro ejemplo, podría ser “El panal”, el cual es un billete que ha estado circulando localmente en algunas zonas de Caracas, desconociendo él bolívar como moneda de circulación nacional, según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

 En un gobierno normal, se eliminaría la política pública, denominada “control de cambios”, para que los ciudadanos puedan tener libre acceso a la divisa de su preferencia, así como la posibilidad de que puedan entrar remesas de divisas a Venezuela.

Ellos, los de la clase política dominante, lo han entendido, me refiero a la representación política de derecha y de la izquierda, luchan por sus espacios de poder y hasta dialogan en otros países. Prometiendo siempre que al final de estos esfuerzos <<los que hace el pueblo>>, se llegara a un final feliz << para ellos>>.

Ahora, miremos bajo la perspectiva ciudadana. El hecho que esta situación caótica, permanezca en el tiempo, nos indica, que nuestros valores y principios, han sido cambiados por desvalores. Todo ha cambiado, lo sabemos. Y aún puede ser peor, veamos el ejemplo del Banco de la Reserva de Zimbabue, no hace mucho tiempo, emitió un billete que representaban cien “100” Trillones de dólares de Zimbabue, al final de la pesadilla, termino dolarizando su economía.

Accionemos, el orden es posible, mediante la cooperación de los individuos. Ante tanta miseria política y desgobierno, la anarquía se convirtió en un método del dictador para desaparecer al Estado Venezolano. Pero también es un método de desobediencia civil.

Los Individuos colaboran entre sí, para obtener juntos un beneficio, que podría ser distinto entre ellos, pero justo y necesarios para su sobrevivencia y de esta forma se organiza la sociedad. Unos siendo responsable en el traslado y otro siendo responsables en el pago. Cuidando o enseñando a los niños <<desde una casa>>, mientras otros trabajan. Otros enseñando a los jóvenes que hacer con el conocimiento <<que es distinto a lo aprendido en la universidad>>. Y así, sobrevive el venezolano, resolviendo sus necesidades de comida, vivienda y trabajo.  Por deducción, es la colaboración mutua, al margen del sistema.

Despertemos, hagamos posible la recuperación del país, antes que la dictadura desaparezca al Estado Venezolano o la divida.

Hay que crear nuevas formas y creer que es posible. Que las manos no se cansen de dar, los labios de orar y los ojos de llorar por amor a nuestros País.

Para finalizar, les dejo esta porción de un pasaje Bíblico.

“Las dificultades que tenemos son pequeñas y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa” 2 Crónicas 4:17 (TLA)