Analizando el artículo de Engels “Carlos Marx, Contribución a la crítica de la Economía Política”

Por el Dr. Manuel Linares,

El artículo de Engels, que hoy nos toca analizar, en la reunión 22 de la RED DE DIFUSIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PUBLICACIONES MARXISTAS, se denomina “Carlos Marx.

Contribución a la crítica de la economía política”, escrito en el mes de agosto de 1859. La esencia del artículo citado no es sino poner de manifiesto el descubrimiento que había hecho Marx, en el proceso de crítica a la economía política burguesa prevaleciente.

En el siglo XVIII y en la primera mitad del siglo XIX estaba concluyendo el proceso de revoluciones burguesas, particularmente en los países más civilizados y se veía ya, en este último siglo (el XIX) el impulso de la contradicción entre las clases sociales del proletariado y de la burguesía.

Circunstancias esas que abrieron cauces para el análisis a fondo de la economía política hasta entonces prevaleciente. El régimen capitalista de producción había llegado a la cumbre; ya empezaba a dar síntomas, sobre todo, en la segunda mitad del siglo XIX, de que se iniciaba un proceso de agotamiento.

Tales condiciones materiales exigían una nueva ciencia económica a tono con las nuevas circunstancias. Las teorías económicas burguesas de Smith, Ricardo y otros, parecía que se quedaban rezagadas. Surgía, entonces, la teoría económica marxista.

Esa nueva teoría económica quedaría plasmada en la obra cumbre de Marx, El capital, que precisamente sirve de motivación a Engels, para escribir el artículo que nos ocupa.

Ahora bien, esa nueva teoría económica no se basa en un montón de cifras y en enfoques apologéticos. De ninguna manera. Se basa sustancialmente en la concepción materialista de la historia, pues como decía Engels “…el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general, de que todas las relaciones sociales y estatales, todos los sistemas religiosos y jurídicos, todas las ideas teóricas que brotan en la historia, sólo pueden comprenderse cuando se han comprendido las condiciones materiales de vida de la época de que se trata y se ha sabido explicar todo aquello por estas condiciones materiales; esta tesis era un descubrimiento que venía a revolucionar no sólo la Economía Política, sino todas las ciencias históricas…”

“No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia”. “Es una tesis tan sencilla, que por fuerza tenía que ser la evidencia misma, para todo el que no se hallase empantanado en las engañifas idealistas. Pero esto no sólo encierra consecuencias eminentemente revolucionarias para la teoría, sino también para la práctica”: “Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella… Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo”. “La Economía Política no trata de cosas, sino de relaciones entre personas y, en última instancia, entre clases; si bien estas relaciones van siempre unidas a cosas y aparecen como cosas”.

Se comprende, entonces, que efectivamente la gigantesca obra de Marx no podía fallar, precisamente debido a que se asienta en una concepción completamente transformadora del mundo. Concepción hoy criticada y despreciada, por algunas personas que ayer la preconizaban. ¿Qué es lo que alegan? Que esta concepción envejeció.

Aseveran que envejeció, pero no dicen en cuáles aspectos. Hacen mutis, porque no poseen argumentos para rebatirla. Nuevamente proclamamos que estamos dispuestos ir al debate público ante los ex-marxistas dominicanos que han renegado del marxismo. Sabemos que no aceptarán el debate porque no tienen la razón.

Finalmente, los comentarios de Engels relacionados con El capital de Marx, nos sirven de estímulo para volver sobre esta obra imperecedera.

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